Soy mamá de un pequeño hombrecito de casi cuatro años, al que he amamanté durante tres años y un mes, al que noche tras noche he dormido en brazos, al pecho y a demanda, a pesar de las críticas que a mi alrededor he podido recibir, sobre todo por seguir hasta hace poco haciendo colecho con él. Para muchos, un error. Para mí, lo más especial y maravilloso de la maternidad. Si habiendo sido madre a los 45 años voy a estar haciendo caso de lo que digan los demás, apaga y vámonos. Mi corazón me pedía eso y así lo hice.
Nosotras, las locas del “apego”, estamos seguras de lo beneficioso que es para nuestro bebé, el contacto con la madre. Nosotras, sabemos que nuestro pecho, nuestro calor, nuestro olor, es medicina natural para nuestro bebé. Y qué decir de nuestra voz.
Uno de los momentos más duros, y por los que todas pasamos, es tener que dormir al bebé, o calmarlo en ciertos momentos, en los que muchas veces, ni entendemos qué les pasa. Ahí no sabemos a quién preguntar, qué hacer, y todo el mundo opina sin darnos soluciones reales. Sobre esto escribí en un post hace un tiempo, cuando me animé a sacar unos talleres de Nanas para mamás y bebés que fue una preciosidad. Según van creciendo, esos momentos pasan a convertirse en ver cómo gestiono pataletas o empezar a comunicarme con el que ya ha dejado de ser un bebé para convertirse en una personita con su propia personalidad. En eso estoy ahora.
Según va creciendo mi hijo, voy centrándome en las cuestiones que rodean su educación y crecimiento, por eso ahora, un poco por deformación profesional también, en lo que me fijo a su edad, es en cómo se comunica, cómo habla y se expresa. Observando a los niños que le rodean y a sus madres, he caído en la cuenta de algo muy curioso, y que en este momento en que muchas mamás se preocupan por el desarrollo del lenguaje en sus hijos, me atrevo a opinar con conocimiento de causa, y quizás dar algo de luz a temas como la comunicación con los hijos y su desarrollo vocal.
Tengo la suerte de llevar un recorrido profesional, dedicado al estudio e investigación de la voz, la respiración, el cuerpo y la relajación. He ayudado a actores, estudiantes, Personas Altamente Sensibles, y ahora también ayudo a mujeres, valientes, ya sólo por haber nacido bajo ese género, y en especial a las madres, a quien ya puedo dar título de heroínas, tal y como tenemos que vivirlo en esta sociedad patriarcal por los cuatro costados. Puntualizo: patriarcal y paternalista con todo lo que, a la mujer y la maternidad, se refiere.
Por eso creo que, ante la falta de apoyo social, en momentos tan duros como los que se viven en el post-parto y la crianza, la mujer necesita más que nunca empoderarse desde su cuerpo y su voz, y coger la confianza en sí misma que necesita, desde su YO matriarcal intrínseco, trascendiendo lo que pareciera debilidad física y emocional, para dejar paso a la diosa creadora e intuitiva que es. Que somos. Por ello, si la naturaleza nos ha dotado del poder de dar vida, no dejemos que nadie decida cómo alimentar, dormir, calmar o criar a nuestros bebés. Por eso animo a potenciar las herramientas que por naturaleza tenemos, por ser lo que somos: MUJERES.
Llevamos nueve meses en nuestro vientre a esos seres que son el futuro de la sociedad. Lo primero que escuchan y que en parte les ayuda en su desarrollo vital, es la voz de la madre, su vibración sonora es alimento e impulso de vida. Y durante mucho tiempo, será la voz que les calmará y relajará tras nacer. Después en su desarrollo y crianza, normalmente, somos las que más tiempo pasamos con ellos.
Aquí es donde me sitúo como mediadora y acompañante de mamás, a las que, ahora sí, desde mi experiencia como madre también, puedo entender. Todo el bagaje profesional como actriz, cantante, profesora de canto y especialista en voz, formada en Canto prenatal, unido a las horas empleadas durmiendo a mi bebé, emitiendo sonidos con él, jugando con nuestras voces y ayudándole a aprender a articular bien cada palabra, me reafirmo en lo que ya venía intuyendo. Y es que la firmeza, claridad y ritmo pausado en el habla, ayudan a mantener la autoridad desde la asertividad y la no violencia, y esto mejora la comunicación y entendimiento del niño. Si hablo claro, cuando digo claro es con una buena dicción, pronunciando bien cada palabra, entonces el niño me entiende «de verdad».
Muchos de los problemas del habla de los niños pueden venir por temas físicos como frenillo, malformaciones en mandíbula, etc, pero gran parte de lo que nuestros hijos aprenden es por imitación y copia de los padres. No es casualidad que unos padres que hablan muy rápido tengan que llevar al logopeda al niño porque no se le entiende. Y el desconocimiento de algo tan sencillo a veces, nos aleja del verdadero problema raiz de que el niño no pronuncie una u otra letra. Si ese niño no está acostumbrado a «escuchar» bien articuladas las palabras, va a aprender lo que oye cada día.
Por eso, he empezado a ofrecer mi ayuda a mamás que además de tener inquietudes con sus voces, quieren ayudar a sus hijos a «hablar bien». Pero lo mejor de todo es que además de aprender a articular, a tener una mejor dicción y proyección de sus voces, ellas recuperan a través de su voz una fuerza interior que viene precisamente de la propia naturaleza del apoyo y nacimiento de la voz, que saliendo de la zona de la pelvis, nos ayuda a empoderarnos y recuperar una fuerza interior que sale a través de la voz.
Además, la autoridad que se consigue teniendo, cuando, con una dirección clara de cómo «decir» y marcar los límites (comprobado cada día), el niño hace mucho más caso, sin tener que gritar, simplemente teniendo firmeza en la forma de hablar y emitir el sonido. Te animo a que pruebes estos pequeños tips.
- Háblale despacio.
- Articula bien las palabras siendo muy clara y diciendo todas las letras (no te comas letras: ni consonantes ni vocales. Ellos necesitan escucharlas todas)
- Emplea un tono normal pero firme.
- Agáchate, para buscar que vuestros ojos estén a la misma altura. (Su mundo está ahí abajo)
- Suelta todo el aire en cada frase. (Si retienes el aire, creas tensión en la voz y lo percibirá)
Si algo de lo que aquí has leído te resuena y quieres ponerte en contacto conmigo, no lo dudes. Te puedo explicar más detalladamente en qué consisten las sesiones de Empoderamiento femenino a través de la voz enfocado a mamis.
Si tu intuición te dice que puedo ayudarte en algo, seguro que será así. Yo seguiré abogando por la confianza en la intuición de las madres, de las mujeres, del ser humano, porque cuando estamos conectadas a nuestros cuerpos, a la tierra, a la vida, en nuestro fuero interno, sabemos que no nos equivocamos. Deseo que sigas criando a tus hijos con esa sabiduría que nos da la maternidad y te deseo una feliz crianza.
Gracias por compartir con otras madres y mujeres, si te ha parecido interesante.